Me llamaré con gusto Ivan Fiebre, seré teatrero en milicias; por ti convertiré una tragedia en un manto de diversas potencias.
Por ti me iré acurrucando en pequeños estragos, seré entonces el condenado sirviente; el guardia fugitivo; una convulsion de emulsiones un confundido penario; un demente si nombre ni derecho.
y te miraré de espaldas; te miraré sin quemarte la retina;
un eco-sur de largo recorrido en los grillos de cuatro ruedas que avisan por la ventana trasera, sin que sepas que es pensar a cuestas de una colilla y un frío eterno
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