lunes, junio 09, 2008

tus palabras me laceraron las paredes, me hirieron el vientre, me rebanaron el seso, me desmoronaron

jueves, mayo 08, 2008

Estoy a un paso de la GUAYABA, juro por Dios no rendirme, y cuando la pase, me inventaré otro camino que conduzca a otra verdura. Al menos me queda la satisfacción de haberte enseñado a querer un gato